Un trabajo estable, para toda la vida, con buen horario y que garantiza la igualdad de oportunidades. Suena bien, sobre todo teniendo en cuenta cómo están las cosas: la tasa de paro en España ha alcanzado el 17% de la población activa, las noticias sobre despidos se suceden y la sensación general es que, de momento, no va a mejorar. Ante este panorama, ha aumentado el número de personas que se plantean opositar para conseguir un puesto de trabajo. Por primera vez, casi un 40% de los parados está considerando seriamente la preparación de los exámenes para acceder a un empleo público.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que preparar una oposición puede no ser la solución a corto plazo y requiere esfuerzo y motivación. En el caso de los grupos A1 y A2 (licenciados y diplomados) suele requerir un par de años de estudio, pero puede llevar más tiempo. Desde el Centro de Estudio Adams se estima que el plazo medio para prepararse para puestos de administrativos o auxiliares administrativos es de nueve meses. Aunque el plazo de preparación viene determinado, entre otras cosas, por el tipo de oposición, el número de temas y los exámenes.
Y la competencia es amplia. Si el 40% de los más de cuatro millones de parados que hay en España se presentasen a los exámenes, significaría que más de 1.600.000 personas intentarían conseguir un puesto de funcionario. Este año la oferta pública de empleo, en el cuerpo de la Administración General del Estado es de 1.442 plazas para el grupo A1, 371 para el grupo A2, 78 para el C1 y 1.399 para el C2. Las plazas que se sacarán a oposición para el Ministerio de Educación ascienden a 150 (maestros) y en la Administración de Justicia, a 2.883. En total la oferta de empleo público aprobada para este año es de unas 20.000 plazas (libres y de promoción interna).
Igualdad de oportunidades y conciliación
Según los datos de Adecco, es mayor el número de mujeres que se plantea opositar (el 60,7%) que el de hombres (el 43,9%). Por edades, son los jóvenes los más enfocados hacia el funcionariado. Y las personas con menor nivel de estudios son las que menos se decantan por esta opción. Un 59,1% de los parados con estudios elementales no baraja la posibilidad de preparar una oposición, frente al 45,8% de los universitarios.
Estas cifras se explican, según Miña, porque la igualdad de oportunidades de acceso y salariales del funcionariado atraen a las mujeres, que no siempre encuentran estas condiciones en la empresa privada. Además, los horarios de los funcionarios son más compatibles con la vida familiar. Maroño coincide con Miña, trabajar en la administración pública “facilita más la conciliación, porque los horarios son mejores que en la empresa privada”.
Respecto a por qué se presentan más universitarios que personas con un nivel de estudio bajo, Maroño dice que se debe a que “a los perfiles más cualificados les resulta más fácil abordar la preparación de exámenes, tienen que hacer un menor esfuerzo que alguien que no ha estudiado”. Esta razón explica también por qué oposita más gente joven que mayores de 40 años.
Las oposiciones más elegidas son las de Administrativo del Estado, Ayuntamiento o Comunidad Autónoma, por la que se decanta el 35,5% de los encuestados, seguidas por las oposiciones a la sanidad pública, policía u otros cuerpos de seguridad, profesor y bombero.
Poco emprendedores
Lo que no ha conseguido la crisis es impulsar el espíritu emprendedor de los españoles. Un 63% de los parados encuestados no se ha planteado crear su propio negocio, un 33,6% está recapacitando sobre esta opción y sólo un 2,9% está en pleno proceso de creación.
Las mujeres parecen ser menos emprendedoras (el 65% afirma no querer montar su propio negocio, frente al 61,3% de los hombres que opinan así). Además, son las personas mayores las que tienen un espíritu emprendedor y, por formación, los universitarios son más reacios a lanzarse a crear su negocio.
Importancia de la formación
La crisis está concienciando a los parados sobre la importancia que tiene la formación a la hora de encontrar un puesto de trabajo y cada vez es mayor el número de parados que se está formando para mejorar sus opciones para recolocarse.
En concreto, un 46% de los desempleados se encuentra inmerso en algún tipo de formación. El 21,1% del total de parados está realizando un curso de especialización en su formación, el 9,4% hace algún curso de informática y el 8,5% se ha decantado por estudiar idiomas.
Durante el primer trimestre del año, según la Encuesta de Población Activa (EPA) dada a conocer el pasado 24 de abril, en España se perdieron 766.000 empleos, lo que significa que el ritmo de destrucción de empleo fue del 6,43%, tal y como informó Cotizalia.com. El número de parados en los tres primeros meses de 2009 alcanzó los 4.010.700, más del 17% de la población activa, la tasa más elevada desde el primer trimestre de 1999.
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